La Coma [ , ] – Cuando se usa, reglas y ejemplos
La coma es quizá el signo de puntuación más complicado de entender y de utilizar, puesto que es muy sencillo abusar de ella. Conocer sus usos ayudará a no exagerar y comprender qué función cumplen en determinados contextos.
En general, la coma se considera un recurso para comunicar ideas secundarias, y su definición clásica se mueve en torno a la delimitación de unidades inferiores al enunciado, es decir, la coma viene a caracterizar y definir a un enunciado de otro. ¿Cómo hace esto? Pues con diferentes técnicas. Veamos.
El inciso
Este es un elemento más bien secundario que aporta especificaciones, precisiones, rectificaciones o circunstancias a aquello que se dice. Una buena manera de saber si se está frente a un inciso es eliminar el elemento; el enunciado funciona perfectamente:
- La cultura cinematográfica, sobre todo la de la fotografía, me encanta.
- Tengo que asistir, como prometí, a la reunión.
Ojo, el orden no interesa aquí. Si la información tipo inciso aparece, sea al principio o al final, se debe utilizar la coma: - Como prometí, tengo que asistir a la reunión.
Interjecciones
Para todo tipo de expresiones que aluden a expresiones muy propias del habla se utiliza la coma para establecer la distinción.
- Bah, tranquilo. Todo estará bien.
- ¡Oh, no lo puedo creer!
Enumeraciones
La coma sirve para enumerar varios elementos o expresiones y de formas diversas. El uso va a depender del significado que se quiera dar:
Enumeración incompleta: se enumera más de un elemento, pero no todos. Se puede acabar con puntos suspensivos o con etcétera (etc.):
Aquí tengo plátanos, manzanas, peras, higos, naranjas… En fin, una gran variedad de frutas.
Enumeración completa: se enumeran todos los elementos, y se finaliza con algún nexo que permita cerrar la información:
- Mira, las únicas cosas que necesito son: un destornillador, un martillo y tres clavos.
- No quiero rencores, pasiones ni deseos.
También, dependiendo de la intención, el enunciado puede acabar sin nexo, en general para indicar que se dice todo lo que se quiere decir, pero no todo lo posible:
- En estos paisajes todo era hermoso: los árboles, los ríos, las montañas”.
En el caso de la enumeración doble o compleja: en este caso se hace una bifurcación del tema que requiere que se haga uso del punto y coma, y no de la coma:
- Necesitamos queso, cebolla y jamón para las pizzas; limones, bebidas y alcohol para los tragos.
Apéndices confirmativos
Las muletillas interrogativas que suelen aparecer al final de los enunciados también se suelen preceder con el uso de coma:
- Compraste los huevos, ¿verdad?
- Tendremos que caminar, ¿no?
Vocativos
Todas aquellas expresiones que sirven para referirse a algún interlocutor (sintagma nominal, pronombre, sustantivo) se distinguen por comas.
- Diego, necesito tu ayuda.
- Oye, dame la cinco porfa.
Conectores discursivos
El mayor uso que posee la coma es para los incisos y para los conectores discursivos, es decir, la utilización de signos que ayudan a conectar ideas y relacionar los significados para generar un texto más comprensible. Hay muchos ejemplos de conectores, también entendidos como conjunciones, es decir, nexos. Algunos hacen oposiciones, distinciones, agregados, etc. Mira estos ejemplos:
- No hay nada más que discutir, ya que aún no llegan los resultados.
- No me siento muy bien, pero te acompañaré.
- Yo soy ingeniero. Nadie, sin embargo, me ha contratado para ello. Yo trabajo en culinaria.
La importancia del uso de la coma
Es importante recordar que el uso de la coma (y toda la lengua, en realidad) es libre, y que su uso también responde a necesidades lingüísticas; sin embargo, de ninguna manera constituye un dogma.
Te invitamos a que no seas demasiado quisquilloso con ellas y aproveches los beneficios de conocer las razones de su uso. Al final, la coma establece una pausa o significado que determina el orden del discurso. ¿Por qué el autor consideró necesaria una pausa aquí? Esa es la pregunta que se debe de hacer.